sábado, 31 de octubre de 2009

LA MUÑECA PRESUMIDA

Había una niña llamada Elena que su familia era muy pobre y solo le alcanzaba el dinero para comprar la comida y ropa.
Un día su padre consiguió un trabajo y decidió comprarle una muñeca a Elena que llevaba esperando seis meses.
La muñeca era preciosa con unos ojos enormes y verdes, llevaba un traje rojo de seda con bordados en blanco.
La niña muy contenta le hizo una camita con una caja de cartón y trozo de manta que le había dado su madre.
Por la noche la muñeca que era muy presumida cobró vida y se fue de la habitación.Pero antes unos peluches viejos que tenía la niña le dijeron a la muñeca:
-¿A dónde vas con lo calentito que se está aquí?
-A un lugar dónde me tengan preparada una cama en condiciones para una muñeca de lujo como yo.-dijo la muñeca.
La muñeca se fue al campo de la vecina y se metió en la caseta del perro que había en el campo, el perro se despertó y le rasgó el vestido de seda rojo que llevaba.
Luego la muñeca se fue a la casa del gato y se acurrucó en el pelaje suave y blanco del gato.
El gato se despertó y le araño la cara y le destrozó parte del vestido.
Luego se fue al corral y una de las gallinas le picoteó un ojo y se lo saltó.
Entonces la muñeca se dio cuenta que aunque Elena le hizo una cama de cartón se la hizo con todo su cariño y que si se hubiese ido con otra niña a lo mejor le hubiese tratado aún peor y volvió a casa de Elena y le dijo a uno de los peluches:
-Lo siento mucho, os prometo que no volveré a ser tan presumida.
Al día siguiente Elena le cosió los destrozos del vestido y el ojo y desde ese día la muñeca fue el juguete más feliz del mundo.

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